EL FESTIVAL DE LA AGRUPACIÓN QUERENCIA GAUCHA EN DON TORCUATO

           

            La lluvia no ayudaba en Don Torcuato porque era copiosa, molesta con torrentes de frío constantes que venían desde la tarde hasta la noche del 18 de mayo de 2013. El paso era lento y barroso por cada esquina, inclusive la de Fernández Barruete donde se avistaba el salón parroquial de Nuestra Señora de Luján. Pero sorprendentemente, allí todo era distinto: parecía cielo y sol esplendoroso en la neblina ese sitio de techo acustizado y paredes de vidrio, parecía una fiesta de fin de año en medio de un miércoles laboral, parecía que el mundo exterior no existía y que las circunstancias de la naturaleza en aquella noche, no amenazaban con su silbido. La Agrupación Querencia Gaucha armó una fiesta, mesas y sillas en los laterales y un pasillo largo y ancho para los bailarines juveniles, jóvenes y adultos, espectadores y colaboradores. Y fue en este encuentro que Aire Santiagueño volvió a deslumbrar.

           Luego de la magistral presentación de los locales, el cuarteto santiagueño, al igual que en 2012, fue convocado al encuentro por la personalidad en el escenario y la humildad de entregar su arte solamente a los bailarines; por ello, su repertorio fue pensado a tal causa, con las danzas tradicionales más populares como “El Maroche chaqueño”, “La Jota Cordobesa” y “La Firmeza” entre otras, o como las danzas propias de cada show como chacareras, gatos y escondidos.

           ¿Por qué será que los bailarines se apasionan con la versión corta del Himno Nacional Argentino junto con dos chacareras santiagueñas? Quizás porque sea un resumen de sus comienzos: una de las primeras canciones aprendidas más una de las danzas más bailadas y primerizas. La algarabía era inminente, la euforia, un estandarte y la pasión por el folklore, un sentimiento. 

           Querencia Gaucha es una de las agrupaciones plenamente dedicadas a seguir remando a favor de la cultura y gracias a su profesor Maximiliano Deglise, todo sueño es posible con el esfuerzo de sentir lo que uno hace. Por lo pronto, Aire Santiagueño abraza la inspiración esperando un próximo encuentro.